Huelo tu perfurme, a través del papel, siento el calor de tu piel... tu mirada pícara me hace entender que estoy ahí, como siempre. Nos tomamos de las manos y corremos libres en los pastizales. Vuelvo al hoy, dormís en mis brazos. Miro el mañana, te veo crecer; me pregunto que sueños tendrás, cúales son tus metas... si podré calmar tus dudas. En mí surge una contradicción quiero verte crecer, pero no deseo verte hacerlo, sé que te irás a volar lejos... Sos mi inocencia y alegría, sos mi ángel de la guarda. Estaré ahí cuando me quieras, cuando no también. Voy a ser tus ojos cuando no puedas ver. Tomo la foto veo tu mirada, deseo no verte sufrir, deseo poder siempre ser lo mejor para tí.
A mis sobrinos...
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