El reloj suena andetro de mí, sutilmente habla de lo rápido que corre el tiempo. Me pregunto si este, se dará cuenta acerca de mi caminar desparejo: No lo sigo.
Unos ojos celestes,mezclados con el gris de un cielo oscuro prometedor de amaneceres interminables,vienen a mi mente. Suelo perderme en ellos. Y siento la locura abordar mi cuerpo. El beso apasionado mezclado con un dulce aroma de pasion necesaria para marcar el ritmo del corazón. Los brazos buscando un firmamento, sosteniéndonos a ambos en el cuerpo del otro. Si, un sueño... sólamente eso un sueño...
Sus manos buscaban en mí una señal de deseo. Sus ojos reflejaban curiosidad porque yo sabía obtener lo que se deseaba con una sonrisa,y se la contagabía. No hubo lugar para las palabras. El mágico encuentro se produció en silencio y risas. La nieve cubrió mi cuerpo, sin embargo, el frio no me invadió, fueron chispas de fuegos preparadas para encender la llama de un gran fuego; lo que trajó esa nieve, dentro de mí.
Ahora, el reloj corre... apremía mis tiempos. No entendiende mi deseo: no quiero seguirlo, no quiero despertar, no quiero enfrentar la realidad.
La locura fiel a sus pasos me hace caer, no cedo... me levanto. Lo veo distante y no me importa... Lo busco con la mirada para saber si todo fue verdad. En vano lo hago, jamás lo sabré. Aunque la palabra NUNCA sea un tabú, la repito en mí.
Nunca sabré si fue real.
Nunca sabré lo que ocurriría.
Nunca sabré mi provenir.
Nunca sabré de tí ni de mí.
Tiempo... corre... Tiempo... sigue..Tiempo... te espero... Tiempo... no me esperes... Tiempo... ya no te creo... Tiempo...no mires a mis ojos... Tiempo... dame... tiempo... Tiempo... corto lazos... Tiempo... ya nunca más te seguiré.
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