Se me vienen a la mente todos los recuerdos, nuestras aventuras, nuestras locuras, nuestros proyectos. Todo cambio en un instante, no puedo creerlo. Lo pienso y me agarra nostalgia. Ganas de llamarte se que si leo nuestros e-mails, el llanto no cesaría. Si las extraño.
Fue mi culpa, lo se. Pero también fue tuya. Ambas lo fuimos. Somos orgullosas, rencorosas, de un perdón casi imposible. No obstante, te perdoné. No te guardo rencor. Te quiero de una forma pura y me hace feliz saber que vos estas bien.

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