Los pensamientos más descabellados me invaden y no me dejan dormir. Las preguntas me acechan y mi imaginación perturba mi cabeza. Hay cosas que no debería sentir, ni desear. Aun así, lo hago. El pasado retorna a mí. No puedo... no debo... pero, lo hago. Me duele esto: le temo. No puedo controlarlo. Es la idea más loca. Quiero desterrarla. Sin embargo, tengo ganas de cometer una locura, algo más allá de mi poder.
Esa pregunta me está carcomiendo la cabeza, no puedo retroceder, tampoco sé... si tengo la fuerza suficiente para responderla. Ayer temía por no sentirme viva, hoy vivo demasiado. Deseo desahacer esa loca idea, es imposible.
¿Qué pasa si siento algo? ¿Qué ocurre si lo amo?¿Qué pasa si me confunde?
Tiempo, siempre digo... Hoy estos pensamientos me acedían, tal vez dentro de un par de horas se vayan.
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